Cerebro de plastilina
¿Eres de aquellas personas que tiende a ver las cosas de manera negativa? Por ejemplo, ¿has pensado que tu amig@ se había enfadado contigo, has sufrido por ello y después resultó que nada que ver con la realidad? ¿Pensaste que tu pareja se había enfriado, lo pasaste mal y al comentárselo resultó que “te habías montado películas”? ¿Qué te parecería si te dijéramos que te podrías haber ahorrado esos malos ratos?
La flexibilidad cognitiva es la capacidad que tiene el cerebro para adaptar nuestra conducta y pensamiento con facilidad a conceptos y situaciones cambiantes, novedosas e inesperadas. Indica la capacidad de fluidez cognitiva, opuesta a la rigidez. Es decir, a tener la capacidad de contemplar diferentes opciones a la otra de interpretar situaciones, lo cual nos puede liberar de nuestra tendencia negativista y lo más importante, de sufrimiento innecesario. Si uno es capaz de superar creencias o hábitos previamente aceptados, se los consideraría cognitivamente flexibles. Conlleva el manejo de estrategias cambiantes de forma inteligente, que nos permiten adaptarnos a situaciones inesperadas, pensando sin rigidez y liberándonos de automatismos poco eficientes.
Relacionada con nuestra habilidad para la solución de problemas y la generación de alternativas, la flexibilidad cognitiva es una garantía de equilibrio mental y de afrontamiento de todo tipo de situaciones cotidianas.
Ahora que nuestra salud mental se está viendo afectada, lanzamos este taller de iniciación: el cerebro de plastilina, que consistirá en una sesión semanal de una hora, impartido por nuestra compañera Mónica Ramos, con el fin de proporcionar estas herramientas para que este 2022 comience apostando por ti mism@. ¡Comenzamos en febrero, apúntate!