Lo de volar, para otros.
Hoy el día el avión se está convirtiendo en un medio de transporte que cada vez utilizamos más. A todos nos encanta hacer un viaje express, aunque sea de fin de semana: Islas Baleares (¡qué suerte los que las tenemos cerca!), Islas Canarias, París, Londres, Viena.. O escapadas a las diferentes ciudades de la península, que muchas veces resulta más económico que utilizar el coche, por ejemplo. Eso está muy bien para los que nos encanta coger un avión, pero hay muchas personas que se niegan en rotundo a hacerlo. Son aquellos que tienen fobia a volar. Y es que en muchas ocasiones aparece cuando menos nos lo esperamos, o tras escuchar una noticia en la televisión y, según para quién, puede ser un hándicap con consecuencias terribles. Un paciente, obligado a volar debido a su trabajo, me contaba: “cuando tengo planeado coger un vuelo, semanas antes mi ansiedad se dispara. Me cuesta dormir y de repente me invaden todo tipo de pensamientos negativos con respecto a esa experiencia que hacen que lo pase realmente mal durante un tiempo antes y durante el mismo vuelo. Lo evito cuando puedo pero muchas veces no puedo escaparme. Y eso para mí es un gran un problema”.
Este es el relato de una persona con fobia a volar (aerofobia). ¿Te sientes identificado/ a? No te preocupes, no eres un bicho raro. La fobia a volar o aerofobia es una de los trastornos fóbicos más comunes. Según datos estadísticos de Estados Unidos hay un 10% de personas que tienen un miedo intenso a volar y evita hacerlo. Un 15% vuela con malestar, aunque no tenga una fobia tal cual. Según otras fuentes, entre ellas datos de la población española, el 25% sufre este miedo intenso, y no es una cuestión de cultura o sexo. Nos pasa a todos por igual.
¿Por qué se le llama fobia y a qué se debe?
El miedo a volar reúne una serie de características que encajan con las reacciones debidas a un miedo fóbico:
1) es excesivo en relación con las demandas de la situación (es decir, es un medio seguro y aún así el miedo persiste hasta tal punto que evitamos tomarlo);
2) persiste en el tiempo;
3) no está bajo control voluntario;
4) lleva a la evitación de la situación temida;
5) no es específico de una edad concreta;
6) puede interferir significativamente con la vida de la persona;
7) ésta puede llegar a reconocer que el miedo que siente es absurdo y exagerado; y
8) es desadaptativo (es decir,que no nos ayuda a adaptarnos al ambiente, sino todo lo contrario).
Dadas estas características puede clasificarse, según el DSM-V, como una fobia específica de tipo situacional.
Esto se debe principalmente a que, volar no es algo con lo que estemos relacionados. Lo percibimos como un medio extraño ante el cual no tenemos el control, a pesar de que el avión es el transporte más seguro. Si a eso añadimos que las noticias sobre accidentes de avión suelen ser trágicas, es normal que nos proporcione cierto temor.
Pero, ¿a qué tenemos miedo?
Existen dos miedos clave a la hora de subirse a un avión:
- A que ocurra algo y el avión caiga. Dentro de este apartado podríamos incluir las turbulencias, los fallos técnicos, errores de los pilotos, el mal tiempo en general, volar de noche, volar sobre el mar..
- Miedo a no poder escapar. Este miedo está relacionado con otro tipo de fobias, pero también aparece dentro del medio de transporte aéreo. Este miedo puede ser por tener miedo a sufrir un ataque de pánico y no poder salir, tener un ataque de ansiedad y hacer el ridículo…
- Miedo a las alturas.
¿Sabrías identificar cuál es tu miedo? ¿A, B o C?
¿Qué síntomas tienen las personas que padecen o padecemos fobia a volar?
Los síntomas que una persona puede sufrir o experimentar pueden ser:
- Fisiológicamente: taquicardias, sudoración, enrojecimiento, náuseas, sequedad de la boca, diarreas, vómitos, sensación de tener dificultad para respirar, temblores, etc.
- A nivel conductual: tal y como se ha comentado anteriormente, la primera reacción general ante el mido es huir o evitar. Esta es la reacción ante cualquier fobia, y la fobia a volar no va a ser menos Aunque evitar la situación parece que sea la solución, ¡es algo contraproducente! Lo único que hará esta estrategia es aumentar tu miedo de forma exponencial.
- A nivel cognitivo (pensamiento): a nivel de pensamiento entramos en una valoración totalmente negativa de la situación, la cual provoca a su vez que aumente también la ansiedad. Los pensamientos son siempre negativos. Esta área tiene un gran peso en el conjunto de la fobia a volar.
¿Cómo podemos superar este miedo intenso a subirnos a un avión?
- El conocimiento es poder: infórmate. El avión es el medio de transporte más seguro. Los accidentes aéreos suelen ser noticia porque precisamente son poco comunes y afectan a muchas personas a la vez. Si cada accidente de coche se publicara, no habría tiempo suficiente para hacerlo. Investigando, hemos encontrado esta página que quizá te sirva de ayuda: http://www.vuelasinmiedo.es/
- Conoce a “tu enemigo”. Quizá saber más sobre el funcionamiento de los aviones te ayude a detectar ciertas maniobras que, si las desconoces, pueden asustar. En el mismo link que dejamos en el apartado 1 también aparece información al respecto.
- Visualiza la situación en casa. Como hemos apuntado al principio, lo lógico si sufres aerofobia es que tus pensamientos negativos te invadan mucho antes de que tengas que coger el avión. Dedica un tiempo antes de coger el avión para imaginar todo el proceso de facturación, embarque, espera del avión, el momento en que subes, el despegue, el mismo vuelo y el aterrizaje. Mientras lo haces, intenta respirar de manera adecuada y en un ambiente distendido.
- Planifica con tiempo el día que vas a coger el vuelo. Levántate pronto, sin prisa, para que tu ansiedad no se incremente innecesariamente por otros motivos.
- No te quedes sin hacer nada. Distráete con cualquier cosa que consiga que tu mente no se quede pensando en “lo que va a pasar”. Lleva contigo crucigramas, pasatiempos o cualquier cosa que a ti te sirva de distracción. Un gran aliado son las tablets o iPads. Puedes bajarte juegos que requieran concentración para utilizarlos mientras dure el vuelo, incluso películas si te apetece más.
- Cuéntate a ti mismo todo ese proceso que has ido visualizando: “ahora voy a facturar las maletas”, “ahora voy a embarcar”, “ahora voy a sentarme en este asiento”. No adelantes acontecimientos y háblate siempre en positivo.
- Pregúntate cómo te sientes más cómodo: seguramente evitar estar en la ventanilla vigilando cómo se mueven las alas te ayudará. Ahora las compañías aéreas dan la posibilidad de poder elegir el asiento. Esta opción es pagando un poquito más, pero si eso hace que tu vuelo sea más tranquilo, es una buena opción para comenzar a superar la fobia a volar.
Como todas las fobias específicas, la aerofobia conlleva un tiempo para hacerle frente. No tengas prisa porque hay muy buenos resultados en cuanto al éxito de la superación de las fobias. ¡Tú puedes!